sábado, 30 de noviembre de 2013


Escatologia telefónica                

                Consta de la excitación sexual al realizar llamadas obscenas a extraños,    de imitar quejidos, gritos (fingiendo un orgasmo), o también que el desconocido lo escuche masturbándose por el teléfono o solo frases sexualmente excitantes; cualquier sonido que se pueda interpretar como íntimo del acto sexual.
               
                La clase de persona que realiza estas prácticas generalmente es por falta de excitación en el coito habitual o bajos rendimientos sexuales, no con frecuencia por alguna disfunción.
               
               Hay empresas conocidas como “líneas calientes”  en las cuales se pone en práctica la escatologia telefónica, las personas que llaman a estas empresas es porque prefieren interactuar, que les gusta recibir y trasmitir esos sonidos que los tanto los excita. Las personas que trabajan en estos centros mayormente lo hacen solo por dinero no porque los excite como a sus clientes.
                
                En cambio el sujeto que padece este trastorno prefiere tomar a las personas al azar. El sujeto llama a la persona y solo lo deja oír, no le dice nada más; le describe cada paso del acto que realiza con quejido, grito o gemido, dejando libre a la imaginación del oyente. Por el contrario de las líneas calientes que describen hasta el último detalle de lo que realizan al otro lado de la línea.
               
                 Esta parafilia no es muy grave en su etapa inicial, pero se complica más ya que el solo hecho de que otra persona le este escuchando respirar, sin que la conversación tenga contenido erótico le excita.
                               
                   Hay tipos de conversación telefónica una de ellas son cuando la persona (oyente) no consiente la llamada, que el hecho de escuchar ese tipo de sonidos a la persona le puede parecer indecoroso y responde de forma negativa cortando la llamada; mientras que el acosador indignado puede llamar de nuevo solo para insultar a esta persona.  
               
                  En casos distintos puede el oyente le sigue el juego y llegan hasta el orgasmo de ambos. Ninguno mantiene relaciones sexuales reales.
                Experiencia:

“Un día el teléfono sonó y al contestar un hombre me dijo que no colgara, me dicto mi dirección, que tenía dos hijas en la habitación de al lado y que si no quería verlas sufrir tendría que escucharlo hasta que terminara y el colgara; estuvo llamando todos los días hasta que avisé a las autoridades, quienes rastrearon las llamadas hasta un teléfono público; aunque nunca lo encontraron nunca más volvió a llamar”   

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