Fetichismo
Es una conducta sexual donde la persona consigue la excitación sexual principal o exclusiva con una prenda de vestir como un sostén o alguna parte del cuerpo como las piernas. Al igual que muchas conductas sexuales, a menudo no es fácil distinguir entre actividades normales que se puedan asemejar al fetichismo y las autenticas parafilias.
Muchas personas pueden llegar a una verdadera excitación erótica con solo observar alguna prenda significativa para el individuo como zapatos de tacón alto, sostén, calzoncillos como también de igual manera por alguna parte del cuerpo en especifico como por ejemplo, pies, piernas, nalgas, muslos y senos.
Muchas de las personas que padecen este comportamiento como hombres y mujeres utilizan las prendas para masturbarse o en la actividad sexual. El término fetichismo solo se aplica cuando alguien se concentra exclusivamente en la prenda o partes del cuerpo. A menudo el sujeto no alcanza el orgasmo o placer sexual por la ausencia del objeto. En ocasiones el objeto puede llegar a sustituir al contacto humano pero se prescinde de esta cuando se tiene una pareja con la que se sienta muy a gusto.
El fetichismo se puede desarrollar con facilidad: cuando se incorpora la prenda o parte del cuerpo en una fantasía erótica o en la masturbación, donde se puede llegar a más afinidad con el objeto y se refuerza más a través del orgasmo.
El origen del fetichismo en varios casos se remonta a la infancia; algunos niños (en especial al varón) aprenden a asociar la excitación sexual con objetos (medias, calzones, zapatos por ejemplo) que pertenecen a alguien importantes para ellos como la madre o hermana mayor.
Se le puede llamar transformación simbólica al objeto fetichista que adquiere la fuerza o esencia del dueño y así el niño responde ante el como lo haría ante una persona. Si este patrón llega a consolidarse, el niño tendría poca interacción sexual en la adultez, hasta puede llegar al punto de nunca sustituir el fetiche por un contacto sexual humano.
Rara vez el fetichismo puede llegar a desarrollarse de acciones muy violenta como cortar el cabello en contra de la voluntad de la victima, o que incluso muy pocas veces llegan a lastimar personas como asesinar y mutilar, solo para conservar las partes del cuerpo, para sus actos de masturbación.
En ocasiones se cometen robos para obtener un objeto de fetichismo, como en el siguiente caso:
“Hace alguno años había un ladrón de ropa interior en el vecindario, si una lo dejaba colgado en el tendedero, corría el peligro de que lo robaran. Hable con otras vecinas que tenían el mismo problema. El ladrón seguramente acumuló una gran colección. Nunca supe que lo atraparan. Tal ves se cambio de barrio por que lo robos cesaron de repente”
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