sábado, 30 de noviembre de 2013


La somnofilia o síndrome de la bella durmiente

                
            Es un tipo de parafilia en el que se interactúa sexualmente con una persona conocida (sin ser familiares) o desconocida mientras aquella duerme. Para así poder llegar a la excitación sexual, hasta el orgasmo. Aunque se parezca o relacione con la hipnofilia que consiste en  masturbarse y observando a la persona dormir. La diferencia es que la somnofilia tiene contacto con la persona que duerme, la toca, la acaricia y puede llegar hasta la práctica sexual.
                
                 La excitación de practicar la somnofilia viene dada por el control total que se ejerce sobre la otra persona, el sentirse dueño (a) del cuerpo de la persona inconsciente por el sueño, el poder acariciar y besar cualquier parte del cuerpo, el hacer algo prohibido,  sin que la otra persona sea consciente de que lo abusan sexualmente y también la excitación proviene del miedo al ser descubierto.  
                
                 Aunque normalmente esta clase de desvió sexual se da en hombres esta no es la excepción para la mujer.
              
                 El hombre también puede ser víctima en el estado de sueño; el cuerpo del hombre experimentan una tumescencia del pene el cual puede durar hasta 90 minutos según el lapso de sueño y la erección del clítoris, se podría presentar la práctica de una felación o masturbación mientras el hombre sigue dormido.
               
                  Aunque es complicado llegar a la práctica del coito, ya que el cuerpo tiene la necesidad constante de mantenerse alerta. El cuerpo detectaría la introducción del pene en el ano o la vagina, ya que podría encontrarse contraída o sin lubricación. El movimiento y ruido podrían producir que el individuo despierte. Por lo que cualquier persona sea hombre o mujer puede ser víctima de la somnofilia.
               
           Se puede decir que se origina obviamente al sentir atracción hacia la persona dormida, luego excitación, de ultimo llegar al coito con la persona sin que se dé cuenta de la dormida.

                
             Al realizar esta práctica siempre se empieza con suaves caricias  concentrándose en los senos, caderas, glúteos; combinándolos con besos en el cuello y el lóbulo de la oreja si son bien recibidos se puede continuar con caricias más profundas pero de lo contrario no se podrá continuar porque se puede despertar.

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